...Y el Peregrino de las Cien Historias se marchó, lo vi doblar por la curva del camino con muchos más regalos de los que trajo. Entre ellos el volantín azul...
Un año no tiene valor y diez años nada son. Ser artista es: no calcular,
no contar, sino madurar como el árbol que no apremia su savia, mas
permanece tranquilo y confiado bajo las tormentas de la primavera, sin temor a que tras ella tal vez nunca pueda llegar otro verano. A pesar de todo, el verano llega. Pero sólo para quienes sepan tener paciencia, y vivir con ánimo tan tranquilo, sereno, anchuroso, como si ante ellos se extendiera la eternidad. Esto lo aprendo yo cada día. Lo aprendo entre sufrimientos, a los que, por ello, quedo agradecido.